Principios fundadores como la consulta, la inclusión y la solidaridad. Su funcionamiento está determinado por normas elaboradas colectivamente que facilitan una cooperación sostenible y eficaz. Dichas normas garantizan a todos los implicados los mismos derechos y obligaciones en todo momento.

El multilateralismo es, por consiguiente, tanto un método de cooperación como una forma de organización del sistema internacional.